El amor que esperamos

El amor que esperamos Inconscientemente esperamos que nos quieran de cierta manera. Cuando nosotros nos expresamos, esperamos de la otra persona algo, una sonrisa, un halago. Pero, a veces, recibimos un gesto distinto al que imaginamos. ¿Qué nos pasa? ¿Cómo recibimos la respuesta que nos dan? ¿Qué pensamientos se nos disparan? ¿Empiezo a interpretar esa mirada, esas palabras, a darles un significado? Estará enfadado conmigo, le ha sentado mal lo que he dicho…. En un niñ@ esto es muy diferente. Él va formándose según nuestras respuestas a lo que él dice, a lo que él hace, a lo que él es. Si mi papá me dice que “no baile”, y él es la persona que más me conoce y más me quiere, “tendrá razón y no es correcto tener ganas de bailar, quiero que esté contento conmigo”. Esta es la conclusión de un niñ@, porque el sentimiento de pertenencia al grupo, y saciarlo, es más fuerte, que las ganas de bailar. Pero, ahora, que somos adult@s, podemos entender...